Cuando me preguntan como hago para atender mas de 100 animales yo sola, respondo siempre " Con rutinas y agenda", pues además debo realizar un trabajo adicional para generar ingresos.
Los animales son seres de hábitos, por lo tanto es importante mantener horarios y formas de hacer las cosas.
En la medida que los hábitos y las rutinas se mantienen, ellos se muestran menos ansiosos y alerta, se mantienen tranquilos y confiados, lo que se traduce en menos conflictos o problemas que atender. Además se evita el estrés que tanto daño les causa.
Hay que mantener horarios de alimento, paseos, limpieza, revisiones, administración de medicamentos o vitaminas, etc
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También es necesario establecer una agenda de revisiones periódicas en los animales, pues para detectar problemas de salud cuando son tan numerosos no basta un "ojito por encima".
Yo divido el numero de animales entre los días de la semana, y el día que les toca se hace una revisión mas minuciosa de ciertos aspectos como: pelaje, encías y mucosas, dentadura, palpaciones, oídos, sonidos respiratorios, reacciones ante algún reflejo, olor del aliento, etc.
A diario se observa si comen o están activos, como parte del proceso normal de las rutinas, pero una revisión periódica mas detallada ayuda a detectar a tiempo alguna enfermedad de esas que yo les llamo "encubiertas" y que podrían cursar sin mostrar disminución de apetito o actividad hasta el ultimo minuto.
Es importante llevar un cuaderno de registro para todo esto, asi como de entradas y salidas de animales, controles veterinarios, de vacunación, desparasitación, y cualquier detallito que deba reflejarse. En ese cuaderno yo anoto el resultado de las revisiones semanales cuando así lo amerite.
Con este método me he ayudado mucho, y aunque hay bastante trabajo en un refugio, puedo realizar actividades extras para generar ingresos y aun con todo siempre me queda tiempo para estudiar algo nuevo, disfrutar de un café en compañía de ellos viendo la puesta del sol, meditar y hasta sentarme solo a observar y disfrutarlos riéndome de sus cosas.
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